Pettinato produjo algunas de las reformas más importantes de nuestra historia penitenciaria y como les suele pasar a los innovadores, fue duramente estigmatizado. Por iniciativa suya, el presidente Perón cerró el vergonzoso penal del fin del mundo en Ushuaia, propició la sanción de la ley de retiros y pensiones para el personal penitenciario, creó la Escuela Penitenciaria de la Nación, un 17 de octubre de 1947 –en el patio de deportes de la Penitenciaria Nacional– suprimió el famoso traje cebrado de color amarillo y azul y lo reemplazó por uno liso de color oscuro, desterró la práctica de los grilletes en los tobillos que se le colocaban a los presos y le dio a la prisión la impronta familiar.
Sitio seguro
Envio por Correo Argentino / Retiro en tienda / Cadetería
¿Está seguro de que quiere denunciar este comentario?
Reporte enviado
Su reporte ha sido enviado y será considerada por un moderador.
Su reporte no pudo ser enviado
Escriba su propia reseña
Crónicas carcelarias
Pettinato produjo algunas de las reformas más importantes de nuestra historia penitenciaria y como les suele pasar a los innovadores, fue duramente estigmatizado. Por iniciativa suya, el presidente Perón cerró el vergonzoso penal del fin del mundo en Ushuaia, propició la sanción de la ley de retiros y pensiones para el personal penitenciario, creó la Escuela Penitenciaria de la Nación, un 17 de octubre de 1947 –en el patio de deportes de la Penitenciaria Nacional– suprimió el famoso traje cebrado de color amarillo y azul y lo reemplazó por uno liso de color oscuro, desterró la práctica de los grilletes en los tobillos que se le colocaban a los presos y le dio a la prisión la impronta familiar.
* Campos requeridos
Reseña enviada
Su comentario ha sido añadido y estará disponible una vez sea aprobado por un moderador.
Su reseña no pudo ser enviada
Los clientes que adquirieron este producto también compraron:
Pettinato produjo algunas de las reformas más importantes de nuestra historia penitenciaria y como les suele pasar a los innovadores, fue duramente estigmatizado. Por iniciativa suya, el presidente Perón cerró el vergonzoso penal del fin del mundo en Ushuaia, propició la sanción de la ley de retiros y pensiones para el personal penitenciario, creó la Escuela Penitenciaria de la Nación, un 17 de octubre de 1947 –en el patio de deportes de la Penitenciaria Nacional– suprimió el famoso traje cebrado de color amarillo y azul y lo reemplazó por uno liso de color oscuro, desterró la práctica de los grilletes en los tobillos que se le colocaban a los presos y le dio a la prisión la impronta familiar.